Todos sabemos que Leonardo da Vinci fue un gran humanista y un hombre de ciencia. Durante su vida se dedicó a diferentes artes, entre ellas, la más desconocida quizá sea la cocina. En este libro descubrimos su faceta más inédita.
Famoso por pintar "La Mona Lisa" e inventar todo tipo de artilugios, Da Vinci fue además escultor, diseñador e ingeniero. Este polifacético incansable se ganó el reconocimiento y la incomprensión de sus contemporáneos, especialmente por su estilo moderno y renovador, que en la cocina no caló como él esperaba.
Este libro recupera las notas que fue escribiendo durante su estancia en el palacio de su mecenas Ludovico Sforza, gobernador de Milán. En ellas recoge las recetas diseñadas por él, más parecidas a lo que hoy se conoce como nouvelle cuisine que a los grandes banquetes típicos de la época. Pero las destinadas a la Corte no son las únicas fórmulas culinarias que nos dejó, ya que también nos descubre los platos destinados, según sus propias palabras, a los pobres y a las gentes groseras. Una parte muy importante de esta obra está dedicada a los modales en la mesa, algo que en aquella época no se tenía demasiado en cuenta.
En mi opinión
Definitivamente es un libro que recomiendo totalmente, pues me llamo la atención con solo ver la pasta del libro, apenas empezaba a leer la introducción y ya empezaba a imaginar, lo que terminaría, por leer, en verdad Da Vinci fue un gran conocedor.